La prueba del ingreso ilegal a las bases AFIP que permitió manipular una respuesta a la justicia: el caso Oil Combustibles
La auditoría 14 de 2016 que dio origen a la causa no tiene fecha y fue única por varios motivos: nunca en la historia del organismo se había realizado algo similar direccionado a un contribuyente. Miles de accesos en meses previos y sin autorización comprometen a Sosa y Mecikovsky, ahora denunciados por la propia AFIP tras comprobarse que utilizaron información bajo secreto fiscal y buscaron encubrir su participación.
Padrón DDJJ/Pagos de agentes dependientes de la Subdirección General de la Subdirección General de Asuntos Jurídicos; 5.558 logs a Efisco y Padrón DDJJ/Pagos de agentes dependientes de la Subdirección General de Operaciones Impositivas Metropolitanas. Todo antes de que se mencionara alguna clase de información respecto de los planes de pago otorgados por la AFIP que fue la base de la acusación que llegó a juicio. Auditoría de Sosa también ingresó antes del 3 de marzo. Desde el área de Mecikovsky ingresaron sobre Cristóbal López 110 veces y 785 respecto de empresas del Grupo Indalo, a quien pertenecía Oil Combustibles.
¿Qué interés podría existir para que desde Neuquén ingresaran si “nunca se les asignó tarea alguna que requiriera hacer consultas sobre los CUITS”? Eso mismo surgió de la Auditoría OIP 16/2020. Ushuaia, General Roca, Posadas son otros ejemplos. ¿De quién dependían? Mecikovsky. Cuando declararon, los agentes dijeron que ellos no hicieron ninguna consulta. Hubo dos casos extremos: el 16 de diciembre de 2015 ingresa el usuario de una persona que había dejado de trabajar en AFIP en noviembre de 2014. El 14 de marzo de 2016 –la fecha de Schiaffini- hay otra consulta de un usuario a nombre de otro exempleado. Todos estos registros corresponden a fechas en las que el Caso Oil Combustibles no existía públicamente; no existía judicialmente; ni tampoco tenía, administrativamente, actuación alguna que los legalizara por parte de la AFIP. ¿Es dable a sospechar que se estaba construyendo lo que luego sería una noticia para montar desde allí todo el resto de la investigación?
El informe preliminar de la OIP 14/2016 elaborado por Sosa no tiene fecha de firma. Replica el informe Schiaffini –que ya no contaba con sellos y formalmente fue hecho en menos de tres horas, sin que existan constancias de quién lo pidió y con qué motivo- , su foliatura era distinta al del resto de las auditorías y, sobre todo, jamás se acompañó el respaldo documental de sus conclusiones. Ese respaldo es, entre otras cosas, lo que se denomina “tareas de campo” que es precisamente “peinar” los sistemas. En el juicio oral, una testigo acompañó una copia del mismo pero donde sí figura una fecha. Era posterior a que ese “adelanto” se enviara al juzgado como prueba. Pedro Ocamica –segundo de Sosa y también testigo- aseguró que lo que Sosa envió fue un “borrador”. La diferencia de fechas se acreditó con otra investigación judicial independiente. Para imputar y dictar los procesamientos se utilizó un documento que en la jerga bien podría denominarse “trucho”. La contracara es la auditoría paralela y más amplia que aportaba elementos de descargo para el caso Oil combustibles y que comenzó casi en simultáneo (OIP 15/2016) sobre los planes de pago, pero ésta tardó en completarse “apenas” tres años.
Ahora la AFIP llega, a través de las denuncias y de su propia auditoría a la misma conclusión: existió un tráfico de información y una manipulación de las contestaciones que el organismo le daba a la justicia con el presunto fin de ocultar los rastros de tareas que eran ilegales.
Fuente: ambito.com